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jueves, 25 de marzo de 2010

CONTRADICCIÓN

Instrucciones para leer el texto: leerlo muy despacio y hasta el final.

El viento le ha despeinado. Ha entrado en casa con el pelo alborotado y él le ha dicho que hoy la ve más guapa.
Le ha abrazado con fuerza al ver que venía helada de frío para darle calor y, retirando un mechón de su cara, le ha besado en las mejillas, en los ojos, en la frente, en los labios.
Su mirada le transmite cariño.
Y luego le ha sentado en una silla de la cocina.

Le ha mirado fijamente a los ojos y ha empezado a decirle que…hay una persona que le está haciendo perder la cordura.
Una persona que, cuando la ve, le hace dar un vuelco el corazón como cuando tenía quince años.
Le habla de un amor muy profundo y serio lleno de risas y momentos felices.
Le cuenta de un deseo que roza el pecado.
Y que es alguien con quiere pasar el resto de su vida porque sabe que ella también le ama, pero que…que esa persona no es ella.

No puede seguir sosteniendo su mirada (en la que, contradictoriamente, aún sigue viendo cariño). Su cuerpo no responde. Ya no está helada de frío precisamente.
Quiere decirle tantas cosas y, sin embargo, no consigue que salga la voz de su garganta.
La embarga un dolor insoportable.
Ojalá la tierra le tragara hasta lo más hondo.
Él sigue ahí, esperando que ella diga algo o que haga algo. Pero no puede moverse…

Abre los ojos de pronto. Él está a su lado en la cama. La tiene abrazada. Le da un beso, le dice “buenos días” y le pregunta: ¿por qué lloras, qué soñaste?

Y es en ese momento cuando ella se da cuenta de que mientras él la protegía entre sus brazos, ella estaba sumergida en una tonta y absurda, más que absurda… PESADILLA.


8 de marzo de 2010
NOA

martes, 16 de marzo de 2010

La inteligencia de los mosquitos

Ayer, en una de mis clases, un mosquito comenzó a darnos la lata. No era de los que pican (hablo en pasado, pronto os enteraréis por qué), pero sí de los que no paran hasta que te cabrean (¿sería el Sheriff o algún compañero del “Escuadrón de los jartibles”?).



Ya sabéis, de esos que se dirigen a gran velocidad hacia tu cara y a continuación a la del compañer@ de al lado sin dejar que puedas concentrarte en lo que estás haciendo.

Así sería, que mis niñ@s, no podían concentrarse en lo que estaban haciendo ¡qué novedad!¡Ja, ja!

Entonces, decidieron tomarse la revancha.

Yo les dije que no terminaran con su vida, que era un mosquito instruido. Durante las últimas semanas nos había acompañado durante las clases. Ell@s continuamente mirando el reloj para irse, y el mosquito allí, que no había quien lo echara… Por lo tanto, les aseguré, que nuestro mosquito sería capaz de situar en un mapa hasta las capitales de África, hacer ecuaciones de hasta cuarto grado y analizar sintácticamente oraciones complejas. Por no decir, los esquemas y resúmenes que podría hacerse…

Sin embargo, siguió tentando la suerte, y finalmente, sin pretenderlo, lo juro, acabé con su vida.

Entonces, uno de mis niñ@s, que para mí lo sigue siendo aunque ya tenga novia y todo (por cierto, Teletusa, es vecina tuya), hizo una interesante reflexión: ¡Hay que ver que en S.(no pongo el nombre para que nadie se moleste, pero digo que es una zona cercana, que mola mogollón, o sea, que es chachi) hasta los mosquitos son tontos.

A mí me resultó curioso y le pregunté por la razón de su afirmación. A esto me contestó que si en S. se te posa uno en el brazo, puedes matarlo moviendo la mano lentamente, que no le da por escapar. Todo esto me lo contaba, acompañándose de los gestos pertinentes.

Yo le pregunté si estaba seguro y me dijo que sí. Y le dije, que a lo mejor son mosquitos pijos y que si llevan el jersey en los hombros, la gomina, los tacones,… tenían más dificultades para huir rápidamente.

Entonces se nos ocurrió una teoría: Quizás este comportamiento se debiera a la selección natural. Es decir, en la mayoría de lugares, los mosquitos que no son rápidos ni tienen reflejos, acaban muriendo a manos de sus vecinos (nosotr@s) y por lo tanto, se reproducen menos y tienen menos descendencia. Sólo los supervivientes, los más fuertes, se reproducen y transmiten sus genes a sus hij@s.

Sin embargo, en S. todos sobreviven y por lo tanto todos se reproducen. Quizás sea porque los habitantes humanos de S. no son capaces de matarlos.¿a qué será debido?

¿Será verdad? ¿Será este un descubrimiento que revolucione la Entomología?